En medio del impacto de la Covid-19 los cubanos no dejan de tocar y prender velas al Orisha, de cumplir con una tradición popular religiosa, de suplicar por la salud y el bienestar familiar, por alejar los males y para que llegue el bien.
En este santo se enrolan tres figuras, tres historias; San Lázaro, el personaje bíblico amigo de Jesús y hermano de Marta y María Magdalena; Lázaro, el mendigo de una parábola del Evangelio de San Lucas; y el yoruba, el orisha africano emergido del sincretismo, Babalú Ayé.
La mayor celebración, convertida en peregrinación de pueblo, se realiza en el Santuario o Iglesia de San Lázaro en El Rincón, municipio Boyeros, La Habana.
Junto al sitio religioso está un moderno hospital que trata enfermedades de la piel, legado del antiguo Real Hospital de San Lázaro o Leprosorio de San Lázaro, con su fuente de agua milagrosa según los creyentes.
En esta fecha las personas visten prendas de color morado, portan ramos de flores y velas, estatuillas y estampas con la imagen del santo.
Durante la peregrinación al lazareto los devotos ejecutan actos de autoflagelación, transitan de rodillas o arrastrando piedras y cruces para cumplir promesas pendientes por beneficios recibidos.
La cuarta villa cubana, Sancti Spíritus Monumento Nacional, desde fines del siglo XVIII o principios del XIX hasta nuestros días tiene el sitio de veneración a San Lázaro en el Cabildo Luz Divina de Santa Bárbara, conocida también como Ilé Changó, en el barrio de Jesús María.
. Es considerado por los oficiantes como un “Ilé de Fundamento” que mantiene viva las raíces de los cultos africanos en Cuba.
Se tienen noticias de su existencia desde 1894, cuando el Periódico “El País” publicó:
“Los morenos congos, carabalíes, macuás, o lo que sean, que no lo tenemos bien averiguado, llevaban en procesión a su patrona Santa Bárbara, desde la Iglesia de Jesús, donde le habían celebrado una fiesta hasta el Cabildo, donde los referidos morenos acostumbraban reunirse y bailar“
La imagen predominante es Santa Bárbara, Changó, con una espada y los jimaguas Cosme y Damián, de acuerdo con los devotos traída de Barcelona, España.
Aquí esta el altar a San Lázaro y como dijo Juanito Chacón a Prensa Latina, es el rincón de los milagros, de allí sale luz para quienes pedimos amor y fe.
También en la tercera villa, Trinidad de Cuba, Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Santería tiene una importante presencia, dada la influencia de la migración africana en el desarrollo económico, a partir de la producción de azúcar de caña en los siglos XVIII y XIX.
Miles de esclavos africanos llegaron con sus ritos y tradiciones, dando paso al sincretismo entre las tradiciones españolas de los colonizadores. mem/mem