Desde el anuncio en noviembre de un levantamiento parcial para medicamentos, incluidos algunos para dolencias crónicas, esos pacientes temen que una decisión similar los abandone a su suerte.
En una sala del Instituto de Cáncer Naef K Basile, en el Centro Médico de la Universidad Americana de Beirut (AUBMC), Janette Marhij, con cáncer de mama, aseguró que la situación actual es peor que cuando la guerra civil (1975-1990).
“Al menos la gente tenía dinero», dijo Marhij, de 63 años de edad.
Además del temor de no sobrevivir a la enfermedad, la madre de cuatro hijos manifestó a la televisora Al Jazeera, su preocupación por no poder obtener la medicación para completar tratamiento en medio de los altos precios y la escasez de medicamentos.
“Mi hijo se ocupa de mis medicaciones; les pide a amigos y conocidos buscarlos en las farmacias, dijo Marhij, pero si los precios suben, no sé cómo vamos a continuar él y yo”.
De 2019 a la fecha, Líbano camina hacia un colapso total que sumió a más de 80 por ciento de la población en la pobreza.
El Banco Central (Banque du Liban) proporcionó durante años subsidios para medicamentos, combustible y trigo para mantenerlos a un tipo fijo de cambio de mil 500 libras libaneses por dólar estadounidense.
Pero desde que el valor de la moneda local comenzó a caer hace tres años, la institución prestamista recortó subvenciones ante la amenaza de un agotamiento de sus reservas en divisas.
Como resultado, el Ministerio de Salud redujo los subsidios de 120 millones de dólares al mes a unos 35 millones y como consecuencia inmediata, una amplia gama de medicamentos trepó de precio hasta cuatro veces.
Los medicamentos contra el cáncer todavía siguen protegidos por el Estado, pero otros llegaron a escalar a un costo superior al salario mínimo de los libaneses sin acceso a las divisas.
Por ahora, aseveró Riwa al-Atrash, vocero del Ministerio de Salud, “no hay plan alguno para levantar las subvenciones a medicamentos contra el cáncer, aunque admitió que a causa de la crisis no hay garantías para el futuro.
No solo ese es un elemento a tomar en cuenta, porque algunos importadores acaparan sus existencias y generan escasez para con posterioridad vender a mayor precio.
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