El mando militar nigeriano desplegó en la zona un contingente de infantería blindada en previsión de nuevas acciones y para emprender una operación de búsqueda y captura de los autores de las masacres, reportaron medios oficiales.
Los ataques armados que el Gobierno nigeriano afirma son obra de bandas delictivas es otro de los problemas del gobierno nigeriano, junto a la guerra con los grupos islamistas Boko Haram y Estado Islámico, choques armados entre agricultores y ganaderos en el norte e intentos secesionistas en el sur.
A mediados de octubre pasado el presidente, Mohammad Buhari, prometió exterminar a las bandas de pandilleros que, además de sus ataques contra civiles inermes secuestran a funcionarios gubernamentales por los que reclaman rescate en efectivo, pero la promesa sigue incumplida-
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