La palabra «Argentinazo», convertida en tendencia en Twitter, se repite en las redes sociales, donde muchos suben imágenes de aquellas terribles horas entre el 19 y 20 de diciembre.
En esa ocasión el país tomó las calles para rechazar la medida presidencial que ordenaba la prohibición a las personas a retirar sus fondos de los bancos, un capítulo conocido como Corralito, que marcó para siempre al país.
Las imágenes de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo enfrentando a las fuerzas de seguridad montadas a caballo y a las balas reales que acabaron con la vida de 39 personas, muchas de ellas jóvenes, se replican ahora en los medios en este país que llama a la no repetición de hechos como esto y sobre todo piden justicia para los responsables.
Uno de los que recordó con detalle ese momento fue el hoy ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, quien estuvo ese día en la Plaza de Mayo para ayudar a las Madres, fue introducido en una patrulla, golpeado y amenazado de muerte.
«Hoy se cumplen 20 años de la manifestación popular que nos marcó a fuego como generación. El estallido del 20 de diciembre de 2001 es el testimonio más crudo y potente de lo que pasa cuando un gobierno pierde el rumbo y le da la espalda a la gente», apuntó el funcionario.
Asimismo, recordó que «la bronca que estalló ese diciembre de 2001 traía adentro muchos años de resistencia y militancia política, social, sindical, de derechos humanos. Durante los años 90 pudimos construir una identidad común que repudiaba al neoliberalismo en un momento en que la política era una mala palabra».
Toda esa potencia popular fue representada después por Néstor Kirchner y Cristina Fernández, dos dirigentes enormes que entendieron el desafío de su época y nos convocaron a construir un país para todos y todas. El mismo proyecto que hoy seguimos militando con Alberto Fernández, precisó De Pedro.
A dos décadas del Argentinazo, varios colectivos con actos en todo el país conmemoran otro aniversario de los hechos sucedidos el 19 y 20 de diciembre de 2001.
La víspera, el presidente argentino, Alberto Fernández, encabezó un homenaje a las víctimas de la represión en el cual señaló que el Estado está para hacer justicia y no para ser violento.
El mandatario llamó a «desterrar definitivamente cualquier forma de violencia institucional y seguir preservando los derechos que tenemos en una República de hablar libremente y de quejarnos libremente».
Lo que debe hacer el Estado es escuchar, no disparar tiros, remarcó el gobrenante, quien durante la ceremonia descubrió una placa conmemorativa junto a familiares de las víctimas y al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla.
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