Las precipitaciones, comenzadas el viernes y típicas del monzón, cortaron carreteras, desbordaron ríos que inundaron áreas urbanas e impidieron el suministro de agua potable, lo cual obligó a evacuar hacia sitios seguros a miles, casi la mitad en el central estado de Pahang, precisó la entidad.
En otros seis territorios centrales y nororientales el nivel de las aguas superó los niveles considerados peligrosos y en algunos fueron suspendidos los servicios de transportación pública.
En ninguno de los estados se reportan víctimas mortales, mientras los daños materiales están pendientes de evaluación.
Si bien el temporal cedió en algunos territorios, en otros seguirá lloviendo, alertó el Departamento Meteorológico, según el cual las lluvias registradas el sábado equivalen a las de todo un mes en la temporada del monzón (de octubre a marzo).
El primer ministro malasio, Ismail Sabri Yaakob, ordenó enviar más de 65 mil policías, militares y bomberos hacia las zonas más afectadas, donde aún hay muchos ciudadanos aislados o sin refugio.
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