De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, cerca de la mitad de la población en ese país -unos 7,7 millones de somalíes- necesitarán asistencia humanitaria en 2022, lo cual supone un aumento del 30 por ciento en tan sólo un año.
Actualmente, expone un reciente reporte del organismo multilateral, Somalia vive una de las peores crisis humanitarias del mundo, provocada por una grave sequía y los efectos de la Covid-19, sumados a décadas de conflicto.
Para llevar ayuda inmediata a los más afectados por la sequía, la ONU ya liberó 17 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias.
Este dinero se destinará a afrontar el hambre y la desnutrición aguda, los brotes de enfermedades, la violencia y la exposición a artefactos explosivos, indica el sitio oficial de noticias de Naciones Unidas.
Además, el plan de respuesta presentado para 2022 da prioridad a cinco millones de las personas más vulnerables en Somalia, incluyendo un millón de niños menores de cinco años, añade.
Si no llegan los fondos necesarios, destaca esa web, se estima que unos 3,8 millones de somalíes se enfrentarán a una inseguridad alimentaria aguda en enero, que aumentará a 4,6 millones de personas en mayo de 2022.
Asimismo, es probable que 1,2 millones de niños menores de cinco años sufran desnutrición aguda en 2022, y de ellos casi 300 mil pueden morir si no reciben tratamiento inmediato.
La sequía, los enfrentamientos y la inseguridad persistirán en 2022 como los principales motores de las necesidades humanitarias y los desplazamientos internos en Somalia, según estimaciones de la ONU, a lo cual se añaden las tensiones políticas, el conflicto con Al-Shabaab y las implicaciones regionales del conflicto de Etiopía.
Hasta la fecha, 777 mil personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en Somalia durante este año y en total, más de 2,9 millones se encuentran desplazadas internamente, una de las cifras más altas del mundo.
Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población desplazada y se enfrentan a un mayor riesgo de violencia sexual y acoso, abusos y violencia de género.
acl/ifb