Aún así, el coronavirus SARS-CoV-2 continúa dejando alrededor de 50 mil víctimas fatales cada semana, sin mencionar las no reportadas y las millones en exceso debido a interrupciones en los servicios esenciales, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
África se enfrenta ahora a una fuerte ola de infecciones, impulsada en gran parte por la variante Ómicron, aseveró en conferencia de prensa, el director general de la entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hace apenas un mes, ahondó, ese continente reportaba su menor número de casos en 18 meses, mientras la semana pasada informó el cuarto número más alto de casos en una sola semana hasta el momento, reflexionó.
Ahora hay evidencia consistente de que esa nueva cepa se está extendiendo significativamente más rápido que la Delta y resulta más probable que quienes recibieron una vacuna o se recuperaron de la Covid-19 puedan infectarse o reinfectarse, agregó la autoridad.
No cabe duda de que una mayor mezcla social durante el período de vacaciones en muchos países conducirá a un aumento de casos, sistemas de salud abrumados y más fallecidos, remarcó Adhanom.
Consideró que para volver a la normalidad, la forma más rápida de hacerlo es que todos, líderes e individuos, adopten las decisiones difíciles y ejemplificó con el hecho de cancelar o retrasar eventos.
“Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y llorar más tarde”, valoró el director general de la OMS, para quien el fin de la pandemia se lograría en 2022 si se acaba la desigualdad.
Instó en ese sentido a asegurar que el que el 70 por ciento de la población de todos los Estados esté inmunizada a mediados del próximo año.
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