A finales de noviembre último, el gobierno anunció un plan con el objetivo de apoyar la campaña de vacunación en curso, que comprendía, entre otras normas, negar a los kenianos sin inmunizar la posibilidad de realizar transacciones o gestiones claves.
Las autoridades de Transporte y Seguridad e Ingresos, entre otras agencias, exigirán a los clientes la presentación de una certificación de vacunación. Quienes no estén vacunados, además, no accederán al transporte público, ni a hoteles.
De acuerdo con una reciente declaración del portavoz del gobierno, Cyrus Oguna, la medida tiene el propósito de proteger a la población, “de manera particular a los proveedores de servicios”.
Cuando tengan necesidad de los servicios y no estén vacunados, hagan una llamada telefónica o solicítenlo por medio de Internet. Debemos entender la importancia de la vacunación para protegernos a todos del virus, comentó Oguna.
Esta disposición desafía una orden del Tribunal Superior en contra de la decisión de bloquear el acceso a todos los servicios gubernamentales, porque considera que la vacunación debe ser voluntaria.
En Kenya, uno de los 10 países de África más afectados por la pandemia, más de cinco mil 350 personas fallecieron debido a las complicaciones causadas por la enfermedad y actualmente reciben tratamiento médico alrededor de 12 mil 740 pacientes.
Hasta principios de esta semana, en la nación aplicaron ocho millones 902 mil 539 dosis. Fueron vacunadas parcialmente cinco millones 310 mil 496 personas y otras tres millones 592 mil 43 recibieron el tratamiento completo.
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