La mayoría de las muertes se registraron en Estambul (oeste), con 22 víctimas fatales, en su mayoría extranjeros, según el gobernador de la ciudad Ali Yerlikaya.
Ante la proximidad de las fiestas de Año Nuevo, las fuerzas de seguridad incrementaron los controles contra los grupos ilegales que venden bebidas alcohólicas caseras.
Esa medida permitió incautar más de 31 mil 343 litros de la sustancia como parte de la operación «Veneno».
Las bebidas alcohólicas y el tabaco tienen una fuerte carga impositiva aquí, por lo que algunos analistas consideran que esa presión fiscal disparó el contrabando y la elaboración ilegal de esos productos, que se convierten así en accesibles para personas con bajos recursos económicos.
Turquía es el cuarto país de Europa con los gravámenes al alcohol más elevados, después de Suecia, Finlandia e Irlanda.
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