Los autores evaluaron huesos desenterrados en la década de 1980 al oeste de Inglaterra en las colinas de Cotswold, cerca de las ciudades gemelas de Cheltenham y Gloucester, de una tumba de casi seis mil años con 35 personas, un linaje de cinco generaciones descendiente de un hombre y cuatro mujeres.
Había matrimonios polígamos en los escalones superiores de la sociedad neolítica en ese momento, era poco probable que el individuo ancestral tuviera cuatro esposas una tras otra, confirmaron y; en cambio, probablemente tuvo más de una al mismo tiempo, señalaron.
Uno de los principales implicados, Iñigo Olalde, genetista de poblaciones de la universidad del País Vasco en Bilbao, España, calificó de importante el árbol genealógico, por ser el primero de esa envergadura que se obtiene de la prehistoria.
Fue bastante sorprendente, pero muy divertido, encontrar a toda esta familia, de la cual el análisis precisó las interrelaciones de solo 27 de los 35 cuerpos, incluidas dos niñas.
“Probablemente en los próximos meses o un año, obtendremos muchos más resultados de este tipo», resaltó y afirmó que nuevas técnicas se aplicarán rápidamente a otras colecciones de ADN humano antiguo.
También participaron en la investigación profesores de las universidades de Harvard en Massachusetts, Estados Unidos, de Newcastle, Reino Unido, y de Viena, Austria.
La tumba hallada estaba en el campo de un agricultor donde cientos de años de arado amenazaron con destruirla por completo, por lo que los arqueólogos llevaron a cabo la excavación para preservar lo que quedaba, contó Olalde.
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