Citado por la agencia oficial de noticias Saba, el funcionario culpó de la situación al levantamiento de los rebeldes hutíes en 2014 en el norte del país, que inició la guerra en curso.
Azauari realizó esos comentarios al intervenir en la XXXXI reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Sociales Árabes, celebrada en Riad, Arabia Saudita.
El titular llamó a las naciones árabes a respaldar a Yemen ante los múltiples desafíos sociales y económicos que enfrenta.
La Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental alertó días atrás que el Producto Interno Bruto de Yemen cayó a más de la mitad durante el periodo 2014-2020.
El ministro de Finanzas, Salim bin Bureik, resaltó recientemente que la economía nacional está al borde del colapso.
Como ejemplo citó la depreciación del valor del rial, la moneda nacional y los altos niveles de inflación, así como la elevada tasa de desempleo y de personas por debajo del umbral de la pobreza.
En octubre último, el titular de Planificación y Cooperación Internacional, Waid Batheeb, reveló que el país perdió 90 mil millones de dólares desde el alzamiento de los hutíes en 2014.
Un año después Arabia Saudita y varios aliados árabes intervinieron en auxilio del Gobierno.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo consideró en noviembre que Yemen atraviesa “la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo” y en ese sentido proyectó que para finales de 2021 la guerra habrá matado a 337 mil personas de forma directa o indirecta.
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