En una nota, la cancillería reiteró que este ofrecimiento contempla el planteamiento del Gobierno británico de que la mayoría de los varados en ese territorio son ciudadanos de Chile, por lo que se puso a disposición que los aviones partieran de territorio continental argentino y tuvieran como destino Punta Arenas u otro aeropuerto de ese país.
La propuesta se produce en un contexto en que los vuelos regulares que conectan las Islas con el territorio continental no se encuentran operativos desde marzo de 2020 y en virtud de las restricciones en el tránsito terrestre con la hermana Chile por razones sanitarias, precisó ese Ministerio.
Asimismo, la cancillería señaló que esta suspensión excede la voluntad de las autoridades argentinas y el Gobierno nacional busca contribuir a superar las consecuencias negativas producidas por la Covid-19, posibilitando que las personas residentes en Malvinas puedan desplazarse a sus ciudades de origen para atender asuntos personales, de salud o familiares.
«Debe tenerse presente que hasta el ofrecimiento de los vuelos chárters por parte de Argentina, no hubo ninguna solicitud de Reino Unido al respecto. Por lo tanto, sus comunicaciones han sido en respuesta a los ofrecimientos del Gobierno nacional», explicó la fuente.
Por otro lado, el ejecutivo precisó que este país austral no ha tenido que ver con la situación de desconexión aérea de las islas, y que las autoridades gubernamentales de Reino Unido han atribuido al ilegítimo Gobierno isleño la negativa a la reanudación del vuelo regular Punta Arenas-Río Gallegos-Malvinas.
Argentina ha dejado sentado que todo lo relativo a los vuelos regulares con las islas concierne a los gobiernos del Reino Unido y de Argentina, y que los mismos no dependen de la decisión del ilegítimo ejecutivo isleño y la compañía aérea, remarcó la cancillería.
En ese sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto recordó que ha manifestado en reiteradas ocasiones durante 2020 y 2021 la propuesta de vuelos regulares con línea de bandera entre Islas Malvinas y el territorio continental argentino, quedando de tal forma manifiesta la absoluta buena fe y predisposición de nuestro país.
«Las circunstancias permiten concluir que no puede atribuirse a Argentina ni la causa de la situación de aislamiento que padecen los residentes de Malvinas ni negativa alguna, dado el gesto de buena voluntad que nuestro gobierno ha expresado y reiterado», concluyó el comunicado.
Argentina y Reino Unido mantienen una disputa, que desembocó en un conflicto armado, con un saldo de 650 combatientes nacionales y 255 soldados ingleses muertos en 1982. En múltiples ocasiones esta nación ha llamado a la contraparte a reanudar las conversaciones para avanzar en la negociación para la solución pacífica y duradera de la controversia.
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