Entre los lesionados se cuentan ocho con heridas de proyectiles reales, incluidos tres en estado crítico, anunció en un comunicado el Sindicato Independiente de Médicos de Sudán, una organización que situó en 47 el número de muertos civiles desde la asonada del pasado 25 de octubre.
Los manifestantes salieron a la calle la víspera al cumplirse dos meses del golpe dirigido por el general Abdel Fattah al Burhan, quien encabeza el Consejo Soberano de Transición, la máxima instancia hasta la celebración de elecciones probablemente en 2023.
De acuerdo con el portal Sudantribune, la mayor violencia se produjo contra los concentrados cerca del Palacio de la República, donde se encuentran los militares del Consejo Soberano.
Incluso, la agencia oficial SUNA se refirió a las protestas aunque obvió ofrecer datos sobre la represión de las fuerzas militares.
Bajo el lema Los militares vuelvan a los cuarteles, los participantes franquearon barreras y el incremento de la presencia de agentes de seguridad, especialmente en los puentes sobre el río Nilo, que unen a Jartum, la capital, con su ciudad vecina Omdurman y el distrito de Bahri, de acuerdo con SUNA.
El país vive una espiral de inestabilidad tras el derrocamiento del antiguo presidente Omar al Bashir, en abril de 2019, y agravada por la imposibilidad de formar un gobierno de tecnócratas sin dependencia de los partidos políticos.
En tanto, sectores opositores -incluidas las Fuerzas por la Libertad y el Cambio- se oponen al pacto político del 21 de noviembre mediante el cual el primer ministro, Abdallah Hamdok, fue repuesto en el cargo.
Las Fuerzas, antiguas aliadas de Hamdok, calificaron de traición el pacto y exigen el restablecimiento de un gobierno civil que organice los comicios presidenciales.
Muchas mujeres, según Sudantribune, participaron en la protesta para demostrar que no se sentían intimidadas por la violencia sexual y las violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad, en la jornada del 19 de diciembre.
En tanto, agentes castrenses expresaron que solo utilizaron fuerza estrictamente necesaria con gases lacrimógenos para limitar las acciones vandálicas, que según la versión oficial atacaron un laboratorio médico.
La nota de los militares dio cuenta de 58 heridos y 114 detenidos.
En los demás estados se produjeron protestas similares organizadas por los comités de resistencia contra la asonada de al Burhan, quien mantiene su cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
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