El primer compacto es una muestra de la reinvención necesaria en la búsqueda de nuevas músicas a partir de instrumentos de cuerdas pulsadas como las guitarras eléctrica y acústica, el laúd y arpa, combinados con sonidos electrónicos.
“Todos ocupan un lugar destacado en mi producción, porque las obras intentan crear nuevos mundos sonoros y lenguajes para estos instrumentos tradicionales”, dijo al respecto el artista de 79 años en entrevista concedida a Correo Brasileño.
La crítica abrazó inmediatamente la producción, la que considera una muestra más del ingenio de Antunes, expreso en “el deseo de experimentación y atención al mundo circundante, en una obra que es política no por una determinación extramusical, sino porque así es como el autor entiende su papel en el mundo”.
El segundo compacto de Cordas Dedilhadas destaca por contener las primeras 20 entregas de la serie Brasilia 50, un grupo de obras concebidas para guitarra, sonidos electrónicos y voces pregrabadas, que están inspiradas en acontecimientos político-cultural de impacto global a partir de la década de 1960. En esa línea destacan las secuencias de piezas de guitarra que tratan temas como los asesinato de John F. Kennedy y John Lennon, la Guerra de Vietnam, la dictadura militar en Brasil, y la Revolución de los Claveles en Portugal, entre otros hitos de la historia.
Brasilia 50 ocupa un lugar especial en mi producción, porque es una obra impresionante que aún se está escribiendo, y cuya ejecución total durará alrededor de ocho horas, contó el compositor.
Cordas Dedilhadas está en el mercado bajo el sello Selo Sesc y es, en resumen, “un documento precioso de un creador en movimiento”.
Antunes es reconocido como uno de los exponentes más importantes del panorama musical brasileño, su obra recorre diferentes géneros y estilos.
Destaca, además, por sus aplaudidas incursiones en la música experimental, y la fusión con sonoridades electrónicas, elemento significativo que la califica como artista de vanguardia reconocido dentro y fuera de su país.
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