De acuerdo con un sondeo realizado por la encuestadora Opinium para el diario dominical Observer, más de seis de cada 10 electores entrevistados la semana pasada consideran que el divorcio ha ido mal o peor de lo que ellos esperaban.
Esa opinión es compartida también por el 42 por ciento de las personas que votaron a favor de la salida de la UE en el referendo de 2016, cuando los llamados “leavers” se impusieron a los “remainers” por un margen de apenas tres puntos porcentuales (51,9 a 48,1 por ciento).
Entre los que querían quedarse dentro del bloque, el 86 por ciento dijo que las cosas han sido peor de lo previsto, mientras que solo un 14 por ciento de todos los encuestados consideró el Brexit ha ido mejor de lo esperado.
Tras la consumación del divorcio el 31 de enero de 2020, entraron en vigor los términos del acuerdo de retirada y de un pacto comercial posBrexit alcanzado in extremis por Londres y Bruselas en diciembre del año pasado, luego de 11 meses de arduas negociaciones.
La nueva independencia comercial se tradujo de inmediato en atascos en los puertos debido a la documentación que deben llenar los exportadores antes de ingresar sus productos en la UE.
Falta de mano de obra en el Reino Unido por el éxodo de camioneros y personal de servicio, y confrontaciones en Irlanda del Norte, que quedó dentro del mercado único y la unión aduanera europeos para evitar una frontera física con Irlanda.
A partir del 1 de enero de 2022 también entrarán en vigor controles aduaneros completos para todos los productos procedentes del bloque europeo que lleguen al Reino Unido.
Esto podría hacer que los exportadores de alimentos del continente dejen de enviar sus productos al mercado británico, debido al esperado aumento de los costos y los trámites.
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