La gravedad del asunto -que responde a una superinflación del 7,7 por ciento, la mayor en 20 años- está en que los que más subieron son los alimentos, tanto de la industria o procesados, como los naturales del sector agropecuario, indica el organismo.
Productos insustituibles para la cocina mexicana, como el tomate, las tortillas, el limón y el aguacate experimentan incrementos de dos cifras, señala.
El Inegi considera que la situación en el mercado interno es reflejo de lo que está ocurriendo en todas partes del mundo, y golpea con más dureza las finanzas de los hogares, pues el incremento es de dos dígitos en los productos listados en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Agrega que alrededor de 83 bienes y servicios del INPC alcanzaron repuntes interanuales de doble dígito en la primera mitad de diciembre, de ellos 58 son referentes obligados en la alimentación de los mexicanos.
La tortilla de maíz, lo más recurrido e infaltable en la mesa, aumentó en 17,11 por ciento y la masa o harina de maíz 15,15 en la primera mitad de diciembre frente a igual periodo de 2020, un duro golpe para los pobres.
acl/lma
