Según la revista Nature, tienen mayor resistencia a la dolencia los ungulados, un antiguo superorden de mamíferos placentarios que se apoyan y caminan con el extremo de los dedos, o descienden de algún animal que lo hacía.
La investigación demostró que el cáncer es una enfermedad omnipresente en los mamíferos, y los carnívoros son especialmente propensos a padecerlo.
De hecho, más del 25 por ciento de los lobos rojos, los zorros con orejas de murciélagos y los leopardos nublados mueren de cáncer.
El riesgo de padecerlo también está latente cuando un mamífero contempla en su dieta alimentarse de otro.
También conspiran contra la salud, su escasa diversidad de microbiomas, el limitado ejercicio físico bajo el cuidado de los humanos, y las infecciones víricas oncogénicas.
Los científicos consideraron que el estudio de especies altamente resistentes al cáncer puede aportar información básica para el desarrollo de tratamientos naturales biomiméticos contra la enfermedad en el futuro.
acl/joe
