Así lo anuncia en su página oficial el ministerio de Finanzas, cuyo titular, Ahmed Shide, aseguró que ya ese presupuesto fue asignado y será ejecutado cuando la Cámara de Representantes del Pueblo (Parlamento) lo apruebe.
Según explicó Shide en un reciente comparecencia pública, la asignación responde a una solicitud realizada al Consejo de Ministros por el Comité Ejecutivo de la Secretaría de Rehabilitación, que preside precisamente el Ministerio de Finanzas.
También, dijo, “se espera un apoyo financiero significativo de los socios para el desarrollo, especialmente del Banco Mundial”.
Nuestro programa de rehabilitación es dirigido por el gobierno, está coordinado y programado en todos los niveles, y tiene el propósito de brindar una solución duradera a los ciudadanos afectados por el conflicto armado, aseguró.
El ministro, además, instó a todos los estados regionales de la nación a “participar activamente, cooperar con otros comités nacionales e involucrar al sector privado y la diáspora en las gestiones para la asistencia humanitaria”.
Desde noviembre de 2020 comenzó la guerra entre el gobierno y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), otrora gobernante en la región homónima, acusado de subvertir el orden, violar los derechos humanos, masacrar a civiles y otros delitos.
Tras varios puntos de inflexión en el enfrentamiento, en junio último las autoridades decretaron un armisticio unilateralmente, pero el TPLF (siglas en inglés) lo rechazó y extendió su criminalidad a Afar y Amhara.
En ambas regiones, según informes estatales, atentó contra civiles e instituciones públicas y privadas, y provocó el desplazamiento de un millón 800 mil personas y dejó a ocho millones 300 mil en situación de inseguridad alimentaria.
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