En su cuenta oficial en Twitter, el canciller aseguró que 2021 ha sido un año difícil debido a las tensiones derivadas de la pandemia de Covid-19 y el apretón adicional del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a La Habana.
Según el jefe de la diplomacia, el panorama fue complejizado por las operaciones de desestabilización instigadas desde Estados Unidos, dirigidas a dañar el proceso interno y la paz ciudadana de la nación caribeña.
Sin embargo, “Cuba no está sola”, escribió el titular.
En este año, la isla mayor de las Antillas recibió del mundo medicamentos, alimentos y otros insumos que patentizaron el rechazo al cerco de la Casa Blanca, aplicado por casi seis décadas y con daños superiores a 147 mil 853 millones de dólares.
Además de la contribución de gobiernos, en el contexto marcado por el peor rebrote de la emergencia sanitaria en el territorio insular, varias organizaciones, grupos de amistad y cubanos en el exterior reunieron fondos e hicieron llegar recursos.
Esa solidaridad también encontró ecos en el ciberespacio, sede del enfrentamiento a la maquinaria subversiva que intentó nuevamente este año derribar el ordenamiento socioeconómico y político de Cuba.
Allí, amigos de todo el mundo compartieron mensajes en respaldo a este país y rechazaron la injerencia en sus asuntos internos mediante una operación política y comunicacional con tácticas propias de la guerra no convencional.
Durante gran parte del año, específicamente en el último fin de semana de cada mes, centenares de ciudades en el orbe fueron testigos de caravanas por la paz, el amor y la solidaridad, que incluyeron concentraciones en autos, bicicletas, mítines, encuentros culturales y debates en redes sociales.
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