El sitio bombardeado no es una zona militar sino una instalación portuaria donde se entregan mercancías importadas a comerciantes y civiles, y de esa forma Tel Aviv acometió contra la economía siria en momentos en que el país está recuperando su fuerza productiva, dijo el jefe del Comité de Aduanas, Imad Al-Qabbani.
Explicó que el 85 por ciento de los bienes atacados en el puerto comercial son alimentos y materias primas necesarias para la industria y para el proceso de reconstrucción.
Esta acción criminal afecta la disponibilidad de materiales básicos en los mercados y las materias primas que necesitan las fábricas, pues debido al bloqueo, el envío de mercancías necesita mucho tiempo para llegar a Siria, detalló al-Qabbani.
A su vez, el miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Damasco, Yasser Akrim, denunció que Israel desata una guerra económica y militar a la vez contra Siria.
Tachó el ataque de un acto despreciable y cobarde, rechazado por todas las religiones y leyes, que tiene como objetivo dañar el sustento del ciudadano sirio.
Según denuncias de Damasco, la agresión con misiles perpetrada la víspera provocó grandes pérdidas materiales en la instalación portuaria y en edificios y propiedades cercanas.
El Gobierno sirio condenó los ataques israelíes y deploró el silencio de la Organización de Naciones Unidas ante estas acciones. Además, ratificó el derecho a defender la integridad y soberanía del territorio nacional por todos los medios legítimos.
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