Los centros de alojamiento en la cabecera provincial Hasakeh recibieron al menos a 150 familias, mientras otras mil 491 huyeron a localidades cercanas a las zonas que están siendo atacadas, y fueron acogidas por la comunidad local, informó el director provincial de asuntos sociales, Ibrahim Khalaf.
Explicó que se enviaron equipos de socorro para verificar las necesidades de las familias y se le entregó canastas de alimentos y bolsas de asistencia integral que incluye mantas, colchones, ropas de invierno y materiales de higiene.
La víspera, al menos tres muertos, entre ellos un niño, y varios heridos dejaron bombardeos artilleros del ejército turco.
Las acciones bélicas de Turquía provocaron colosales pérdidas materiales y son frecuentes contra comunidades aledañas a las zonas bajo dominio de los militares turcos y se perpetran con el pretexto de destruir blancos de la FDS, milicia de mayoría kurda aliada de Estados Unidos, calificada de terrorista por Ankara.
Desde 2018 los militares turcos y agrupaciones armadas ilegales controlan extensas áreas en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh en el norte de Siria.
En varias ocasiones Damasco denunció esa presencia y la calificó de ocupación, y aseguró que los continuos ataques de Turquía pretenden un cambio demográfico mediante el desplazamiento de civiles.
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