La acción acaeció en la sureña provincia de Dhi Qar cuando el convoy recibió el impacto de disparos de lanzacohetes RPG.
Un acuerdo entre Bagdad y Washington estipulaba que todas las tropas estadounidenses de combate abandonarían el territorio iraquí antes del 31 de diciembre pasado, pese a lo cual la hostilidad contra los uniformados norteños sigue presente.
En virtud de esa anuencia, en la nación mesopotámica solo quedarían como asesores unos dos mil 500 militares estadounidenses y un millar de la coalición internacional de unos 50 países.
Sin embargo, para algunas agrupaciones de las Unidades de Movilización Popular (al Hashd al Shaabi) consideran ocupantes a ese remanente soldados extranjeros y advirtieron que a como dé lugar los sacaran del país.
Mientras, cibernautas iraquíes lanzaron dos campañas relacionadas con la expulsión de las que califican de fuerzas de ocupación y convocaron a manifestarse en esta capital contra ellas.
Son virales las etiquetas para exigir la total retirada de las tropas extranjeras y quienes permanezcan en otras labores deben someterse a las leyes iraquíes.
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