La exposición permanecerá en exhibición hasta el 26 de abril en sus dos sedes: el museo y el Salón Iberoamericano de la Secretaría de Educación Pública, que alberga mil 145 piezas, señala la nota de prensa de los organizadores.
Explica que la gran diversidad cultural y natural de la nación se puede conocer mediante las 380 piezas que integran la exhibición en el museo, de las cuales algunas son vistas en el país por primera vez, como la Carta topográfica de la Ciudad de México, de 1550, proveniente de la Universidad de Uppsala, en Suecia.
También, la vestimenta litúrgica elaborada con plumas de colibrí, seda y lino del siglo XVIII, así como otras piezas que prestaron el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac y el Museo de las Américas, ambos de Francia.
Las piezas prehispánicas, documentos originales y facsimilares, así como los óleos de artistas mexicanos, revelan nuestro pasado para resignificar el presente, añade la nota.
El primer eje temático de la exposición es Territorios: escenarios de vida y paisajes culturales, donde el visitante tendrá un panorama de la variedad de ambientes y de grupos humanos del país, así como de las formas de su integración, que desembocaron en la multiculturalidad.
Resaltan también reproducciones de los códices Mendoza y Boturini, y el cuadro El biombo con escenas de la Conquista, uno de los objetos que fueron repatriados al país.
El segundo eje temático es Espiritualidad: una vía para comprender el mundo, aborda la relación con el universo, y predominan piezas prehispánicas como el Xipe Tótec, de la cultura del occidente de México. Se trata del señor desollado, uno de los dioses más importantes de la época prehispánica.
Entre las piezas que se presentan por primera vez en México, hay un conjunto de vestimenta sacerdotal y utensilios para la misa del siglo XVIII, provenientes de la iglesia de Santa María, en Roma, Italia.
En la sección El individuo, origen y centro de las culturas figuran piezas como una Coatlicue, de la cultura mexica; el cuadro Este es el espejo que no te engaña, de Tomás Mondragón, de 1856, y obras de José Chávez Morado, David Alfaro Siqueiros, Francisco Zúñiga, Leopoldo Méndez, José Clemente Orozco, Diego Rivera, y otros.
Finalmente, en el eje Simbolismo: ideas y representaciones del mundo, figuran trajes para danza de Puebla, Chiapas, un tocado para la danza de los quetzales y varias obras como Nuestra imagen actual, de David Alfaro Siqueiros, y Pancho Villa, de José Clemente Orozco.
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