Las autoridades de este país centroamericano comunicaron que, al cierre de 2021, ese indicador alcanzó el 38.6 por ciento y reconocieron como las ciudades de mayor incidencia en el año a Distrito Central, en Francisco Morazán, con 481 asesinatos y San Pedro Sula, en Cortés, con 341 muertes por causas violentas.
Otros municipios con alta estadística criminal, según datos oficiales, son La Ceiba, Choloma, El Progreso, Olanchito y Catacamas, si bien algunas comunidades no mostraron episodios de homicidios, entre ellas, San Sebastián, Libertad, San Francisco de Becerra y La Alianza.
Las fuerzas del orden argumentaron que de 2011 a 2014, el número de hechos cometidos experimentó una reducción considerable de 86 a 69 por ciento, y de 2015 a 2020, la cifra mostró una baja significativa por cada año, hasta la actual de 38.67 por ciento.
A juicio de los representantes de la Policía Nacional, esos resultados responden al desarrollo de diversas iniciativas como: constantes operativos, retenes, acciones de investigación, seguimiento a grupos delincuenciales y el impulso de programas comunitarios de prevención.
No obstante, reconocieron el perceptible ambiente de inseguridad en una nación mediada por el narcotráfico y el crimen organizado, delitos vinculados directamente con la ocurrencia de muertes, y aludieron a la implementación de operaciones para duplicar los esfuerzos en el combate a esos flagelos sociales.
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