Uno de los problemas más severos es que su vecino más cercano, Estados Unidos, está infectado por las variantes Delta y Ómicron de forma simultánea y el trasiego de personas de uno y otro lado de la frontera común es intenso.
Aunque la Ciudad de México y algunos estados del interior prohibieron o restringieron las fiestas de fin de año, la Secretaría de Salud indicó que es irreal pensar que el país saldría indemne de los festejos respecto al SARS-CoV2, el virus responsable de la enfermedad y de sus rápidas mutaciones.
En 24 horas se confirmaron 10 mil 37 nuevos casos, que representan dos mil más que la víspera y cerca de cinco mil más que dos días atrás, pero ese conteo terminó el 31 de diciembre y falta todavía la actuación de este primer día y la cifra promedio de dos mil diario podría elevarse.
Hasta el momento hay relativamente pocos casos de Ómicron y los que se reportan se ponen enseguida bajo control médico y sanitario con la idea de atajarlo, pero la secretaría alertó que eso no es suficiente y habría que prepararse para la temida cuarta ola.
México suma tres millones 979 mil 723 casos desde que inició la pandemia y 299 mil 428 defunciones. Tiene la ventaja de que de sus 127 millones de habitantes 81 millones 916 mil personas están vacunadas, 89 por ciento con el esquema completo y el 11 medio esquema.
Ciudad de México figura entre las capitales del mundo más inmunizadas, sin embargo, es la entidad del país con más cantidad de Ómicron, 30 hasta el último conteo, pero puede haber subido con el atenuante de que las hospitalizaciones no han aumentado, lo cual significa que la nueva variante es menos agresiva desde el punto de vista de la morbilidad.
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