En declaraciones divulgadas este lunes por medios informativos locales, el vocero afirmó que ese día militares de este país respondieron a un ataque ocurrido tras dar el alto a vehículos en la aldea de Mosso, del oriental estado de Kayah.
El reporte oficial señala que los uniformados rechazaron la agresión de «unos 10 terroristas desde una colina con lanzacohetes, lanzagranadas de 44 milímetros y otras armas», y causaron la muerte a varios de los atacantes.
El informe señala que se investigan estos hechos de los que culpan, como presuntos responsables, a integrantes de la Fuerza Nacional de Defensa Karenni (KNDF).
Sin embargo, la KNDF negó dicha acusación y afirmó, en una nota publicada por el portal de noticias Myanmar Now, que las víctimas son civiles y que no forman parte de sus filas.
El 26 de diciembre último el coordinador de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, denunció el asesinato dos días antes en Myanmar de al menos 35 civiles, entre ellos cuatro niños y dos trabajadores de la ONG Save The Children.
Esos hechos fueron condenados por el Consejo de Seguridad de la ONU, que demandó una investigación y la rendición de cuentas en torno a este hecho, a la vez que llamó a que la junta militar de Myanmar respete los derechos humanos y la seguridad de los civiles.
Esa nación del sudeste asiático enfrenta una crisis desde el 1 de febrero de 2021, cuando un golpe de Estado liderado por el general Min Aung Hlaing puso bajo arresto a la líder de ese país, Aung San Suu Kyi, luego del triunfo electoral de su partido, Liga Nacional por la Democracia.
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