Por medio de su cuenta en Twitter, Cáceres señaló que este escenario podría convocar movilizaciones ciudadanas, para exigir el cese de la violencia, el respeto a las comunidades y el diálogo del Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para pactar negociaciones serias que garanticen un futuro con seguridad, paz y Desarrollo para Colombia.
En su opinión, no se debe descartar la propuesta de promover un encuentro social araucano, en el que participe el liderazgo de la sociedad civil sin exclusiones, para evaluar la situación de confrontación y la construcción de espacio de diálogo social por salidas a la paz.
Los obispos de Arauca Jaime Cristobal Abril y Alfredo Enrique Torres del Apure deberían autorizarles para liderar una mediación conjunta entre el ELN y las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para lograr un cese de la confrontación, y propiciar un diálogo humanitario, para salvar vidas, señaló el también Gestor de Paz y defensor de los derechos humanos.
Ante la confrontación en varios puntos del departamento de Arauca ayer monseñor Jaime Abril, en un comunicado manifestó su preocupación por esos hechos, que agudizan la crisis humanitaria y social que por décadas ha vivido esa zona fronteriza con Venezuela.
Lamentó que una vez más sea la población civil la que salga afectada, por lo que expresó su cercanía y solidaridad con ellos. Además, exigió a quienes generan esta violencia dejar por fuera de estas confrontaciones y hostilidades a las comunidades.
También exhortó a «serenar los espíritus, pensar con cabeza fría, mirar el bien común y no dejarse llevar por un torbellino de violencia, que nunca se sabe qué más consecuencias pueda generar».
El prelado instó al diálogo como camino para superar las diferencias «poniendo como base fundamental la verdad y claridad de los hechos».
Pidió a las autoridades que verifiquen los hechos de lo sucedido y hagan lo necesario para proteger la vida e integridad de la población civil y les solicitó establecer planes de contingencia y ayuda humanitaria donde sean necesarios.
El obispo recordó que la Iglesia católica en Arauca, «fiel a sus principios evangélicos, estará siempre dispuesta a colaborar en todo lo que corresponda y sea necesario, con el fin de aportar lo mejor a la superación de los graves hechos actuales y, en general, a la reconciliación y la paz».
Según versiones, el ElN y los exguerrilleros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que abandonaron el proceso de paz, siguen disputándose ese territorio a pesar de la presencia de la población civil en Tame, Fortul y Saravena.
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