Tal encuentro se produce una semana después de acusaciones cruzadas entre Roble y el presidente Mohamed «Farmajo» Abdullahi, que llevaron a una situación confusa en Mogadiscio, cuando el segundo decretó la destitución del primero, y este se acuarteló en su oficina.
De hecho, el jefe de gobierno acusó al mandatario de intentar obstaculizar el encuentro de comienzos de año, del que no trascendieron muchos detalles.
No se aclaró de inmediato qué discutieron los líderes de la oposición y los embajadores extranjeros durante las reuniones por separado con los miembros del Consejo, incluidos los presidentes regionales y el primer ministro.
El enviado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Somalia, James Swan, mostró su beneplácito por la cita y animó a acelerar los preparativos para los comicios, aún sin fecha definida, y mejorar la credibilidad del Consejo por el bien de todos los somalíes.
Los procedimientos electorales, el calendario de las elecciones y la seguridad son algunos de los temas clave de la agenda en medio de las desavenencias entre el primer ministro y el mandatario.
Ciertos rumores en esta capital dan cuenta de los intentos de Roble por asumir las responsabilidades de seguridad para contrarrestar posibles intentos de «Farmajo» de socavar el calendario comicial en curso.
Somalia, envuelto en la inestabilidad política desde el derrocamiento en 1991 del ya fallecido presidente Mohamed Siad Barre, debió elegir en diciembre de 2020 al parlamento que escogería al jefe de Estado (enero del año pasado).
En abril pasado combatientes progobierno y opositores se enfrentaron a disparos en las calles de Mogadiscio, después de que «Farmajo» extendiera su período de gobierno sin celebrar elecciones.
La crisis constitucional fue aplacada cuando el jefe de Estado dio marcha atrás en su decisión y Roble negoció un calendario electoral.
Somalia no celebra elecciones directas desde hace 50 años y tiene un complejo sistema de votación indirecto.
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