Según informó este martes el portavoz del máximo representante de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, las fuerzas de seguridad sudanesas deben ejercer la máxima moderación y cumplir con sus obligaciones de respetar los derechos de las personas.
Guterres toma nota de la dimisión del primer ministro Abdalla Hamdok y lamenta que no se haya alcanzado un entendimiento político, a pesar de la gravedad de la situación, apuntó el vocero.
El secretario general de la ONU también alentó a todas las partes interesadas a que sigan entablando un diálogo para alcanzar una solución inclusiva, pacífica y duradera.
“Las aspiraciones sudanesas de una transición que conduzca a un régimen democrático son fundamentales”, dijo el titular en una declaración emitida la víspera.
De acuerdo con medios locales, las enfrentamientos entre fuerzas castrenses y manifestantes continuaron hoy en los alrededores del Palacio Presidencial en Jartum.
Quienes protestan demandan la formación de un gobierno civil y el retorno de los militares a los cuarteles, señalan reportes de prensa.
La crisis sudanesa empeoró el domingo pasado cuando Hamduk renunció al cargo de primer ministro, en el que fue reinstalado tras su deposición el pasado 25 de octubre por una asonada castrense liderada por el general Abdel Fattah al Burhan, líder del Consejo Soberano de Transición (CST).
Hamduk explicó que su renuncia se debe a la incapacidad de ejercer sus atribuciones con libertad, entre ellas la formación de un gabinete debido a la interferencia de los militares.
El CST mezcló los intentos de apaciguar a sus detractores con una represión inclemente de protestas callejeras registradas en las últimas semanas y en las que se contabilizan al menos una decena de muertos.
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