La variante Ómicron del virus SARS-CoV-2 provocó un aumento de casos nunca visto, lo que ha forzado a algunas provincias a restablecer los toques de queda y las restricciones de reunión, a cerrar bares y restaurantes y a aplicar la enseñanza a distancia en un intento por mitigar el impacto en los hospitales.
Sin embargo, de acuerdo con autoridades gubernamentales, estos niveles de casos están a punto de caer en picado, no por la avalancha de nuevas restricciones de salud pública en todo el país que aun no entran en vigor, sino por la falta de pruebas diagnóstico.
Los temores crecen en el país ante el desconocimiento del impacto de Ómicron y la incertidumbre acerca de la eficacia real de las nuevas restricciones de salud debido en medio de la falta de datos precisos.
Ómicron se mueve con tanta rapidez que resulta prácticamente imposible determinar el alcance total de la propagación en tiempo real, afirmó el investigador David Naylor, quien copreside el grupo de trabajo sobre inmunidad a la Covid-19 del gobierno federal.
La capacidad de las pruebas PCR está desbordada y las pruebas rápidas de antígenos están disponibles de forma inconsistente, dijo Naylor.
Los expertos en salud pública y los epidemiólogos coinciden en que las hospitalizaciones por Covid-19 y los ingresos en la unidad de cuidados intensivos (UCI) disminuyeron pese al salto de infecciones.
Para la microbióloga Sinai Allison McGeer, del del hospital Mount, en la ciudad de Toronto, las vacunas ofrecen protección contra la enfermedad grave y los infectados tienen menos probabilidades de acabar en el hospital que las personas que contraen la variante Delta.
No obstante, aclaró, la mayor preocupación con Ómicron es que se está extendiendo como un fuego salvaje, dejando a más personas expuestas a resultados potencialmente graves que podrían poner a prueba el sistema de salud.
Un informe reciente de Salud Pública de Ontario reveló que, aunque el riesgo de hospitalización y muerte era un 54 por ciento menor en el caso de la nueva mutación que en el de Delta, el hecho de que esté infectando a muchas más personas puede provocar un aumento general de las hospitalizaciones.
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