«Fue una decisión positiva de los miembros de Celac. Los más de 30 países que la conformamos estuvimos de acuerdo en que la presidencia pro tempore sea asumida por Argentina”, afirmó el canciller al subrayar la confianza en que la nación suramericana pueda ahondar en el proceso que los países de la región construyen con este foro.
Mayta insistió en el positivo papel de esta estructura que “trabaja en las preocupaciones de nuestros países” y lo contrapuso, en entrevista concedida a la agencia de noticias Télamm, al de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, Luis Almagro, “precipitó” el derrocamiento del expresidente Evo Morales.
De origen aymara, jurista de formación académica y militante del Movimiento al Socialismo, el jefe de la diplomacia boliviana subrayó que la Celac es un escenario propicio para que los países de América Latina y el Caribe dialoguen pese a sus diferencias.
Comentó que el bloque está abocado a explorar y transitar espacios en los cuales prevalecen intereses comunes para pensar y concretar respuestas a problemas como el caso de la pandemia de Covid-19.
Añadió que ya fue constituida la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio para potenciar las capacidades de esta zona del planeta y consideró esta experiencia de “embrionaria, pero importante».
El ministro reiteró sus elogios al foro regional en que no participan Estados Unidos ni Canadá y subrayó que se diferencia de la organización que encabeza Almagro.
“Mientras la Celac discute y trabaja en las preocupaciones de nuestros países, como las dificultades económicas que deja la pandemia o la preparación para otras crisis sanitarias, en espacios como la OEA no se tratan estos temas. Pese a que tienen una gran estructura institucional, están viendo otros asuntos”, dijo. Al respecto, sostuvo que la relación de Bolivia con la OEA se resintió significativamente cuando la gestión de Almagro precipitó la crisis política de 2019, la cual desembocó en graves violaciones de derechos humanos como asesinatos y masacres.
“Si la OEA no da un viraje importante será superada por la historia. Si se vuelve un foro ineficaz, desaparecerá por intrascendente”, concluyó el ministro boliviano de Relaciones Exteriores.
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