El ejercicio comicial pondrá en juego 128 curules, 64 para cristianos y otros tantos para islámicos, según establece el acuerdo de Taif (Arabia Saudita) que selló el conflicto civil libanés de 1975-1990.
En la percepción popular hay pocas o ninguna esperanza de que con la asunción de otros diputados sea resuelta la peor crisis económica y financiera en décadas.
Los electos enfrentarán el desafío de sacar de la pobreza a casi 80 por ciento de la población, reducir una deuda externa equivalente a más de 170 por ciento del producto interno bruto y apreciar 20 veces la moneda nacional respecto al dólar estadounidense.
El órgano legislativo tendrá a su cargo en octubre próximo la sustitución o reelección del presidente Michel Aoun, porque expiran sus seis años de mandato.
jf/arc