Con los de este lunes, los casos aumentaron a tres millones 26 mil 473, una cantidad que solo supera Indonesia (más de cuatro millones 260), pero con una población casi dos veces y media mayor.
Hasta hace unos días Filipinas tenía bajo control la pandemia y su pico de infectados databa del 11 de septiembre (26 mil 303), pero la entrada de la variante Ómicron a mediados de diciembre, y las fiestas de fin de año complicaron la situación epidemiológica.
Tanto fue así, que el país encajó máximos seguidos de casos el sábado pasado (26 mil 458), el domingo (28 mil 707) y ayer lunes (33 mil 169). De cada dos personas que se hacen la prueba de detección del mal, una está dando positivo.
También las muertes marcaron un inusitado aumento: el primer día del año solo hubo 43, pero una semana después subieron a 265. Hoy sumaron 219 y elevaron a 52 mil 511 el acumulado desde el inicio de la pandemia a comienzos del 2020.
Ante la fulminante amenaza de la Ómicron, hace tres días el gobierno elevó el nivel de alerta sanitaria a cuatro, de un máximo de cinco, y probablemente pronto implante algunas de las medidas de distanciamiento social activadas en anteriores momentos de crisis.
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