Aoun prevé reuniones con los representantes del bloque de Desarrollo y Liberación, Lealtad a la Resistencia, Movimiento Marada, Garantía del Monte Líbano y Tashnag.
A esa cita declinaron las formaciones políticas Partido Socialista Progresista (PSP), Fuerzas Libanesas y la Corriente Futuro.
Según el jefe del PSP, Walid Jumblat, reanudar las sesiones del Gobierno resulta lo más importante, en alusión a la pausa de ese órgano desde octubre último por un boicot de los ministros de los partidos movimiento Amal e Hizbulah.
El jefe del Ejecutivo Najib Miqati opinó que considera inapropiadas las circunstancias actuales para ese diálogo.
En declaraciones citadas por el diario al Joumhoria, Miqati dijo que prefiere no asistir, aunque si el presidente insiste participará para evitar conflictos.
La convocatoria presidencial sucede en medio de un deterioro de la situación nacional con una devaluación sin precedentes de la moneda local frente al dólar, alzas enormes en los precios del combustible, las medicinas y artículos básicos.
Estadísticas del Banco Mundial, resaltan que ocho de cada 10 libaneses cayó por debajo del umbral de la pobreza en los últimos dos años.
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