De acuerdo con un informe, 458 oficiales a nivel federal, estatal y local murieron el año pasado y, de ellos, 301 a causa de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 o sus secuelas.
Otras causas fueron las agresiones por delitos graves (84), las armas de fuego (61) y los atropellos (11).
También figuran en la lista los accidentes de tráfico en los que una persona huye de la policía o un conductor ebrio, los golpes hasta la muerte, las enfermedades relacionadas con los atentados del 11 de septiembre del 2001 y los apuñalamientos.
La cifra de agentes fallecidos supone un aumento del 55 por ciento con respecto a 2020, cuando 295 agentes de la ley perdieron la vida. También es el mayor número de muertos en un año desde 1930, cuando murieron 312 agentes.
El 2021 es el segundo año consecutivo en el que la Covid-19 es la principal causa de deceso entre los agentes durante el cumplimiento de su deber.
Para identificar estos casos, el Fondo se acercó a organismos federales, estatales y locales para determinar si los agentes estuvieron expuestos directamente a personas con Covid-19 mientras desempeñaban sus labores, señaló el informe.
Los funcionarios de las fuerzas del orden de todo el país se exponen demasiado al coronavirus en el curso de sus tareas diarias; por lo tanto, el número de muertes en acto de servicio es, lamentablemente, cada vez mayor, concluyó.
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