El funcionario valoróde positivo el contacto efectuado entre esa estructura y Rusia sobre seguridad regional y política militar.
Destacó el significado del reinicio luego de dos años de ese foro, donde dialogaron delegados de los 30 países miembros de la alianza militar con los miembros de una comitiva rusa, encabezada por el viceministro de Exteriores, Alexander Grushko.
El político noruego señaló que en esas conversaciones Grushko defendió la posición de su país sobre la seguridad en Europa y enfatizó el peligro que representa una expansión de la OTAN cerca de sus fronteras.
El martes último el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, expresó que “la OTAN no es una institución de desarrollo, la OTAN es una herramienta de confrontación”, y añadió que a su país le preocupa la posible adhesión de Finlandia y Suecia a ese bloque bélico.
Ante esos planteamientos la Alianza sostuvo que sus países miembros “no renunciarán a su capacidad de proteger y defenderse entre ellos”, incluso con la presencia de tropas al este de la región.
Aseguró Stoltenberg que la OTAN tiene interés en la transparencia de los ejercicios militares para evitar incidentes que pueden resultar peligrosos y reveló que entre los puntos de las conversaciones fueron incluidos el control de armas, el desarme y la no proliferación.
También se trató, según dijo, acerca de la limitación recíproca de misiles y las políticas nucleares, así como sobre la reducción de las amenazas en el espacio y las cibernéticas.
Poco antes del inicio de las conversaciones, Stoltenberg señaló que era poco realista esperar que todos los conflictos con Rusia puedan solucionarse de una vez durante las mismas, pero reconoció su necesidad para “prevenir nuevos conflictos armados en Europa”.
Ambas partes coincidieron en este contacto acerca de la necesidad de continuar el diálogo y deben definir a tal fin el calendario para futuras reuniones, añadió.
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