La nueva variante, de baja letalidad pero altas tasas de infección, tiene en alerta máxima a las autoridades de los estados del país, uno de los tres más golpeados por la Covid-19, añadió el periódico Correio Braziliense.
Las restricciones, sobre todo de distanciamiento social, son aplicadas en territorios como Alagoas y Paraíba, donde la difusión de Ómicron incrementa las hospitalizaciones.
Los ayuntamientos –refiere el diario- supervisan también el uso de mascarillas y la limitación de público en espectáculos y eventos, como parte de un acuerdo entre las secretarías municipales y los sectores económicos.
Un decreto especial suspendió en el estado de Amazonas la realización de grandes eventos y limitó el público a 200 personas, medidas impuestas por tiempo indefinido, señala Correio Braziliense.
Por su parte, Ceará suspendió todos los eventos pre-carnaval y carnaval y redujo a 250 personas la audiencia para bodas y graduaciones, mientras en ambientes abiertos, el máximo es de 500.
Paraíba disminuyó al 80 por ciento el aforo en eventos deportivos, bares, restaurantes, cafeterías y tiendas de conveniencia e implementó una distancia de un metro entre mesas.
Asimismo, Sao Paulo redujo el público en un 30 por ciento en grandes citas, mientras Bahía estableció solo un 50 por ciento de la capacidad pública para eventos y requerirá pruebas de vacunación en bares y restaurantes.
Por su lado, el Distrito Federal clausuró los conciertos, reuniones y festivales con entrada de pago, en tanto evalúa la reanudación de mascarillas obligatorias en lugares abiertos.
Brasil, el tercer país del orbe con mayor cantidad de contagios y muertes por la pandemia, después de Estados Unidos e India, acumula hasta este jueves 22 millones 718 mil casos confirmados y 620 mil 419 fallecidos.
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