Aprobado por la Ley 11096 de 2005, el Prouni fue creado con el objetivo de otorgar becas en universidades privadas durante la gestión de Fernando Haddad como ministro de Educación en el segundo periodo presidencial de Lula.
El exmandatario recordó en su web personal la labor del Partido de los Trabajadores (PT), en el que milita, a favor de la educación, sobre todo en la superior accesible a personas de pocos o ningún recurso económico.
Lula insistió en más de una ocasión que el acceso a la educación fue uno de los pilares de su gobierno, y defendió el valor de democratizar las enseñanza universitaria como una inversión necesaria para el desarrollo del país, y no un lujo privativo de las élites adineradas.
En ese sentido significó que gracias a ese y otros programa la matrícula universitaria de Brasil superó los 8 millones de estudiantes en 2015 de acuerdo con datos oficiales.
El líder del PT y precandidato a las elecciones generales de octubre próximo, recordó que también gracias a la voluntad política de su gobierno el gigante suramericano cuenta con 18 nuevas universidades federales (públicas), con casi 200 sedes repartidas por todo el país.
Eso, apuntó, hizo posible el acceso a la enseñanza superior a jóvenes del interior, un hecho inédito en la historia nacional.
Por otra parte, Lula advirtió sobre el peligro que para Prouni representan las políticas del gobierno de Jair Bolsonaro, cuyas disposiciones y designaciones al frente del Ministerio de Educación reflejan su animadversión hacia el sector.
El actual titular de esa cartera del Estado, Milton Ribeiro, considera que la universidad debe ser para unos pocos, y que la educación en las edades iniciales debe ser experimentada a través del dolor.
A propósito de los 17 años de Prouni, Lula apuntó que todos los indicadores bajaron, como, por ejemplo, la cantidad de jóvenes con acceso a programas de financiamientos, de 733 mil en 2014 a 43 mil en 2021, también la drástica reducción del número de becas.
La gestión de Bolsonaro, aseguró Lula, no tiene interés en la educación del pueblo, por el contrario, busca mantener a los brasileños en la ignorancia, opinó.
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