En un encuentro con la prensa acreditada en Naciones Unidas, el titular afirmó que se encuentran en una carrera contrarreloj con el fin de ayudar a ese pueblo.
Hace apenas dos días, recordó, la ONU lanzó el llamamiento humanitario más grande jamás realizado para un solo país, el cual refleja la escala de la desesperación.
Más de la mitad de la población allí ahora depende de la asistencia y tal panorama, sin un esfuerzo más concertado de la comunidad internacional, significará que prácticamente todos los hombres, mujeres y niños en Afganistán podrían enfrentar pobreza extrema, recalcó.
Además, todo eso sucede en medio de la pandemia de Covid-19, con unas temperaturas congelantes en ese territorio y sin casi financiamiento para las operaciones humanitarias, señaló el titular.
Los planes de respuesta humanitaria y de refugiados requieren más de cinco mil millones de dólares este año para aumentar el apoyo alimentario y agrícola, los servicios de salud, el tratamiento de la desnutrición, el alojamiento de emergencia, el agua y el saneamiento, la protección y la educación de emergencia, detalló.
Según destacó Guterres, las operaciones humanitarias necesitan desesperadamente más dinero y más flexibilidad.
Las reglas y condiciones que impiden que el dinero se use para salvar las vidas de las personas y la economía deben suspenderse en esta situación de emergencia, apuntó.
En ese sentido, el secretario general acogió con beneplácito la aprobación por el Consejo de Seguridad de una excepción humanitaria al régimen de sanciones para Afganistán.
La ONU también impulsa acciones para inyectar efectivo en la economía a través de arreglos autorizados, pero eso es una gota en el balde, expresó.
Poner en marcha el sistema bancario afgano resulta esencial para evitar el colapso económico y permitir las operaciones humanitarias, añadió el titular.
También convocó a hacer aún más para inyectar rápidamente liquidez en la economía y evitar un colapso que llevaría a millones de personas a la pobreza, el hambre y la indigencia.
Guterres hizo un llamado para que aumente el apoyo al pueblo de Afganistán y pidió a los líderes talibanes que reconozcan y protejan los derechos humanos fundamentales y, en particular, los de las mujeres y las niñas.
“Ningún país puede prosperar negando los derechos de la mitad de su población. Las mujeres y niñas de Afganistán deben tener acceso a todas las oportunidades de educación y empleo, atención médica y otros servicios esenciales”, aseveró.
En el futuro, subrayó, también es esencial que se haga todo lo posible para construir instituciones gubernamentales inclusivas en las que todos los afganos se sientan representados, y que promuevan la seguridad y luchen contra el terrorismo.
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