La cámara alta del Parlamento, dominada por la oposición conservadora, realizó cambios sensibles a la iniciativa aprobada la pasada semana por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, lo cual implica que este jueves se reúnan senadores y diputados para tratar de alcanzar una propuesta común, que deberán aprobar ambas instancias.
El gobierno pretende poner en vigor el pase de vacunación el fin de semana, como una manera de aumentar la presión sobre los cinco millones de franceses renuentes a vacunarse, quienes no podrían realizar algunos viajes o acceder a restaurantes, cines, teatros, eventos, estadios y otras instalaciones si no tienen un esquema completo de inmunización. La votación realizada en el Senado en las primeras horas de hoy llevó a la adopción del proyecto con enmiendas por 249 legisladores a favor y 63 en contra, después de dos jornadas de debates.
Entre los cambios están el aumento de 12 a 18 años de la edad para exigir el pase de vacunación y la supresión de la propuesta gubernamental de otorgar autoridad a los operadores de sitios y eventos para verificar la identidad de los portadores del documento, en aras de combatir las falsificaciones y los fraudes.
Si la comisión mixta de diputados y senadores no lograra entendimiento, la iniciativa volvería a debate en ambas cámaras, pero en Francia es la Asamblea Nacional la que tiene la última palabra.
Francia vive un tenso escenario por el rebrote de la Covid-19, impulsado por la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, con más de 360 mil casos registrados en cada uno de los últimos dos días.
El gobierno insiste en que la vacunación es una de las principales herramientas para atenuar el impacto de la pandemia, lo que llevó al presidente Emmanuel Macron a pronunciar la polémica frase de que hará la vida imposible a quienes descarten inmunizarse, comentario aprobado en la población por su contenido, pero no por la forma de trasladar el mensaje.
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