La KDCA anunció este jueves que prohibirá a todos los que entren en el país utilizar el transporte público ordinario, tratando así de detener la entrada de la variante Omicron desde el extranjero, ya que el número de casos importados alcanzó un máximo histórico.
Todos los entrantes deben usar sus vehículos privados, taxis, o los autobuses y trenes oficialmente designados a prueba de infecciones.
También deberán presentar resultados negativos de la prueba del coronavirus emitidos dentro de las 48 horas anteriores a su partida hacia Corea del Sur, en lugar de las 72 horas actuales.
La situación del virus en Corea del Sur revela señales de una desaceleración en las últimas semanas, gracias a las restricciones y la campaña de vacunación de refuerzo, pero las autoridades sanitarias permanecen vigilantes debido a la rápida propagación de la variante Omicron.
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