La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo este viernes en su sesión informativa diaria que datos de la inteligencia estadounidense muestran que Moscú “está sentando las bases para tener la opción de fabricar un motivo para la intervención en el territorio ucraniano”.
De forma similar se pronunció el portavoz del Pentágono, John Kirby, quien asegura que Rusia posicionó un grupo de efectivos para orquestar un plan con el objetivo de justificar su entrada en suelo ucraniano.
Pese a esas acusaciones, Kirby apuntó que Washington no cree que el presidente ruso, Vladímir Putin, ya haya decidido atacar Ucrania y afirmó que el ejecutivo estadounidense apoya una solución diplomática.
Esos cuestionamientos llegan al finalizar una semana de reuniones entre autoridades de ambas potencias sobre cuestiones de seguridad.
La ronda de negociaciones entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) destinadas a apaciguar las tensiones entre las dos partes concluyó con pocos avances.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, manifestó hoy que Estados Unidos solo utiliza a ese bloque militar para mantener su influencia sobre los países miembros y ante las amenazas de Occidente respondió que Moscú está preparado para cualquier desarrollo de los acontecimientos.
Asimismo, Lavrov explicó que durante las conversaciones recientes, la jefatura de la OTAN consideró que la demanda de Moscú sobre la no expansión de ese bloque militar hacia el este no se puede cumplir bajo el argumento de que solo los países miembros deciden a quién aceptar y de quien recibir solicitudes.
Lavrov apuntó que la posición rusa no se basa en los documentos de la OTAN, sino en los acuerdos elaborados para toda la comunidad euroatlántica, en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Según Washington, el Kremlin envió más de 100 mil soldados a las inmediaciones de la frontera con Ucrania, pero el gobierno ruso niega tener planes de atacar y sostiene que sus tropas se mueven dentro su propio territorio con fines puramente defensivos debido a las amenazas de la OTAN.
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