Aunque el objetivo de la huelga no es arruinar el país, dijo, continuarán las manifestaciones en todos los territorios contra las terribles condiciones económicas y financieras.
La acción de este jueves, denominada Día de Furia por sus participantes, comenzó a las 05:00 am y finalizó 12 horas después con bloqueos de las principales avenidas en esta capital y otras ciudades.
Los manifestantes colocaron camiones y autobuses que obstruyeron el tráfico vehicular y muchos lugares públicos, universidades, escuelas y bancos no pudieron abrir sus puertas.
Las protestas se centran contra el aumento de los precios de los combustibles, la inflación y la caída en picado del valor de la moneda local.
Desde finales de 2019, este país atraviesa la peor crisis económica y financiera en décadas como resultado de la cual la libra libanesa perdió más de 100 por ciento de su valor frente al dólar y colapsó el sistema bancario, otrora el sector estrella.
Por tal debacle se estima que cuatro de cada cinco libaneses está por debajo del umbral de la pobreza, situado en 3,64 dólares diarios.
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