Este 2022 pareciera que se ensañó con este lado del sur de América, que este sábado amaneció con 38 grados y una sensación térmica de 43. Para muchos es aún peor pues hay varias localidades sin electricidad desde hace horas, sobre todo en la capital, por la gran demanda eléctrica.
Mientras algunos rezan porque caiga agua del cielo, la situación es asfixiante y preocupante. Como de película se pudiera describir incluso la imagen de ayer en la tarde en la capital argentina, donde el cielo se volvió naranja por el calor, aparejado por una densa cortina de humo de los incendios forestales que impactan en nueve provincias.
Ni la fría Patagonia se salva del calor, aunque allá los termómetros llegan a 30 grados, en algunas zonas también se han registrado récords de temperatura.
Argentina enfrenta una de las olas de calor más impactantes de las últimas décadas y es hoy uno de los lugares más tórridos del mundo. En el balneario de Mar del Plata, donde muchos turistas en este verano copan las playas, ayer los termómetros marcaron por encima de los 41 grados, la cifra más alta en 65 años.
Desde hace una semana el país está sacudido por las altas temperaturas. Santiago del Estero con 43,4 grados, la localidad bonaerense de Punta Indio con 43,1, San Fernando del Valle de Catamarca con 42,6, la ciudad de Buenos Aires con 41,5, se difunde en los canales de televisión.
Las temperaturas son tan agobiantes que hasta un reportero que cubría en vivo para el canal 9 las largas filas para hisoparse, por el aumento de casos de Covid-19, cayó tendido en el suelo y debió ser atendido por personal médico.
Y ese es otro dilema. Esta primera quincena ha registrado ya más casos de contagiados por la pandemia que en los últimos dos meses, con picos por encima de los 138 mil diarios.
Hectáreas arrasadas por los incendios como el que se originó la víspera en el Bosque Vivero Municipal Florentino Ameghino de la localidad bonaerense de Miramar, fuego también en el Delta del Paraná, más de 44 mil usuarios sin luz por estas horas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. El panorama parece dantesco.
Empero, los argentinos, con ese humor filoso que los caracteriza, describen la situación con jocosos memes, imágenes y frases en las redes sociales y mientras una gran parte se lamenta, unos llaman a crear consciencia sobre el efecto del cambio climático y otros lo toman con calma.
«Año 2022 te dije sorpréndeme, no mátame de calor», señaló una usuaria en Twitter y otra le siguió los pasos: si llego al lunes, me voy a hacer una remera que diga Sobreviví a la ola de calor de enero 2022.
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