Las cifras del Buró Nacional de Estadísticas confirman al Estado asiático todavía como el más poblado del mundo, pues sumó 480 mil millones de ciudadanos el año pasado en su parte continental.
Sin embargo, la natalidad cayó por quinto año consecutivo y la tasa quedó en 7,52 por ciento por cada mil personas, o sea, la más baja registrada desde la fundación del país como república.
Antes en 2020 vinieron al mundo solo 12 millones de bebés, en 2019 el nivel fue 14,65 millones, durante 2018 nacieron 15,23 millones, en 2017 la cifra quedó en 17,2 millones y se ubicó en 17,86 millones durante 2016, el año en que cesó la política sobre el hijo único.
Por otro lado, el país tuvo 10,14 millones defunciones, su segmento en edad laboral (16-59 años) descendió por décimo año consecutivo y además registró cinco millones de mujeres menos en edad fértil.
La población que vive en las zonas urbanas de China representa el 64,72 del total y aumentó 12,05 millones para llegar a 914,25 millones.
Mientras, la de áreas rurales se situó en 498,35 millones, con una disminución de 11,57 millones de individuos.
Todas esas cifras elevan aun más la preocupación ante estudios que le vaticinan a China un pico de mil 442 millones de habitantes en 2029 y anticipan la llegada en este 2022 de un gran declive por la combinación del rápido envejecimiento y la baja natalidad.
Desde 2010 la cantidad de ciudadanos menores de 15 años disminuyó a 100 millones, con un promedio de reducción de 2,25 millones cada año.
En contraste, el índice de adultos mayores aumentó aceleradamente hasta superar en la actualidad las 264 millones de personas con más de 60 años de edad, o sea, el 17,3 por ciento de la población total.
En un esfuerzo por revertir la situación, el año pasado China relajó más su política de planificación familiar y ahora permite a las parejas tener hasta un tercer hijo.
Anunció medidas económicas y de bienestar social para incentivar los nacimientos, dejó de aplicar multas a quienes traigan al mundo más descendientes de los permitidos y no tendrá en cuenta la prole para dar acceso a vivienda, inscripción escolar o solicitud de empleo.
Las autoridades prometieron mejorar y bajar el costo de los servicios públicos vinculados a la educación de los niños y el cuidado de los ancianos, reforzar la reproducción asistida, la atención pre y posnatal, y el seguimiento a las gestantes.
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