De acuerdo con la información, destacada hoy por la televisora Rusia Today, el plan comenzó a implementarse en el sur del territorio estadounidense en 2015, durante la presidencia de Barack Obama, y fue ampliado en los mandatos de Donald Trump y Joe Biden.
Según las fuentes, los paramilitares que trabajaron con la CIA empezaron a visitar el este de Ucrania en el 2015 para realizar consultas y los entrenamientos incluyeron el uso de armas, técnicas de camuflaje, navegación terrestre, inteligencia y otras áreas.
Sobre los objetivos de las prácticas de varias semanas, un alto funcionario de inteligencia estadounidense manifestó que era prestar asistencia en la recolección de datos.
Un ex alto oficial, también de inteligencia y que prefirió el anonimato, dijo que los entrenamientos estaban dirigidos a mejorar las capacidades de las tropas ucranianas para oponer resistencia a los militares rusos en caso de una eventual ofensiva de Moscú.
Yahoo reveló que otro exfuncionario de la CIA, conocedor de los detalles del programa, aseguró que la intención era “entrenar insurgencia” y enseñar a los militares ucranianos cómo “matar a los rusos”.
En otra de las entrevistas, un ex alto funcionario de inteligencia de Estados Unidos apuntó que los militares entrenados debían ser “líderes insurgentes” ante una supuesta invasión rusa. Aseguró que su país los entrenó durante ocho años y “son unos combatientes muy buenos”.
Las revelaciones no fueron confirmadas por la CIA, mientras su portavoz, Tammy Thorp, calificó de falsas las declaraciones sobre el entrenamiento de insurgencia.
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