Un comunicado castrense precisó que los ejercicios se ejecutaron en su mayor parte sobre el sureño desierto de Negev.
Durante la práctica se simularon respuestas conjuntas a amenazas aéreas y ataques a objetivos, recalcó el texto.
Las maniobras se realizaron en medio de crecientes amenazas de Tel Aviv contra el programa nuclear de Irán.
A finales del pasado año, la radioemisora Kan reveló que la Fuerza Aérea de Israel (IAF) ejecutará un ejercicio a gran escala en la primavera que simulará un ataque contra las instalaciones nucleares del país persa.
Según la fuente, el juego de guerra se desarrollará sobre el mar Mediterráneo con la participación de cazas F-15, F-35 y F-16, aviones espía Gulfstream G550 y de reabastecimiento de combustible.
En varias ocasiones tanto el ministro de Defensa, Benny Gantz, como el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Aviv Kohavi, afirmaron en los últimos meses que las fuerzas armadas desarrollan un plan contra Irán.
En 2021 el Gobierno encabezado por el ultranacionalista Naftali Bennett aprobó un presupuesto nacional que prevé fondos adicionales para financiar el ataque.
Hace tres semanas, el próximo comandante de la IAF, Tomer Bar, quien asumirá en abril, dio por hecho el bombardeo, aunque sin precisar fechas.
“Tengo que asumir que (la incursión) sucederá en mi tiempo, y mis hombros ya entienden el peso de la responsabilidad”, señaló el actual jefe de Diseño de la IAF en una entrevista con el diario Yediot Aharonot.
Las autoridades de Teherán aseguraron en reiteradas ocasiones que su programa tiene fines pacíficos con el objetivo de generar energía eléctrica, y advirtieron que responderán si son atacados.
La IAF bombardeó en 1981 un reactor nuclear iraquí, acción que provocó duras críticas de la comunidad internacional y la aprobación de dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaron la incursión.
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