Breivik, en su declaración ante un tribunal de Noruega, atribuyó su doble acción terrorista de hace 10 años, en la que perdieron la vida 77 personas, a la influencia de una red extremista, destacó este martes la prensa del país nórdico.
Al entrar en la sala del tribunal, el reo de 42 años, hizo un saludo nazi y portó una pancarta donde condenaba el genocidio de las naciones blancas.
El acusado, dijo que la red extremista Sangre y Honor fue la responsable de su radicalización, y lo usó como soldado, agregó además, que en la actualidad ya no tiene vínculos con la misma y es otra persona.
Breivik reconoció que el doble atentado que perpetró en 2011 fue cruel, sin embargo acotó que no era un criminal, y lloró mucho por las víctimas de lo que llamó una guerra cultural, la cual según sus propias palabras enfrenta a liberales y socialdemócratas con nacionalsocialistas.
Finalmente dijo ser el líder de un futuro partido nacionalsocialista, aunque si el tribunal que lo juzga lo decide, abandonaría toda actividad política y se iría a vivir a alguna zona aislada del Ártico noruego.
El tribunal de la nación escandinava que analizará su caso, decidirá próximamente si realmente está arrepentido de sus actos para otorgarle la libertad condicional bajo estrictas medidas de vigilancia, o lo mantiene en prisión hasta que cumpla su larga condena.
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