Los embajadores de Nicaragua, Marcela Pérez Silva, y Cuba, Carlos Rafael Zamora, y los laureados poetas Marco Martos, disertaron sobre la lucha del llamado Apóstol, su vida y su lucha por la independencia de su país, por la que dio la vida.
En el tributo participaron igualmente Gustavo Espinoza, presidente de Solicuba, colectivo organizador del evento, y la artista plástica Fanny Palacios, moderadora del foro.
El embajador Zamora agradeció el homenaje y evocó el relato del héroe sobre la dura experiencia de conocer, cuando era niño, como vivían los esclavos y ver cómo era colgado uno de ellos.
Agregó que los sentimientos que le causó aquel trance se desarrollaron y forjaron su conciencia solidaria y su indignación ante la injusticia.
El diplomático recordó también la preocupación de Martí por el primer intento de Estados Unidos de agrupar para sus intereses a los gobiernos latinoamericanos, en una conferencia que sería el antecedente de la hoy desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA) y su denuncia de las ambiciones de Washington.
“Era el convite preparado para esa fase que Martí tanto temió, de la expansión norteamericana para ejercer su hegemonía y su predominio en Nuestra América”, lo cual el héroe reflejó en sus Versos Sencillos, apuntó.
“Los cubanos que, guiados por Martí, hicieron la revolución cubana, enfrentaron nuevamente aquel engendro”, expresó y añadió que “le correspondió a Fidel y la Cuba Revolucionaria, tener que enfrentar a esa OEA, salirse de ella y abrir los caminos para terminar con esta segunda colonización llamada neocolonialismo”.
La embajadora Pérez Silva se refirió a la gran coincidencia histórica de que Martí cayó en combate el 19 de mayo de 1895, al día siguiente del nacimiento del héroe nicaragüense Augusto Sandino, su continuador en la lucha por la Patria Grande.
La diplomática y cantautora se refirió a la amistad entre el poeta nicaragüense Rubén Darío y el Apóstol cubano e interpretó una canción martiana.
El poeta Marco Martos dijo que Martí es un ejemplo de vida para hombres y mujeres de Nuestra América, “como un solo continente, un solo haz de naciones, lo que soñó Bolívar y soñamos hoy”.
Agregó que Martí es sobre todo un revolucionario, que dedicó todos sus esfuerzos a la independencia de su patria, por la que murió en el campo de batalla.
Martos destacó también que, como escritor, Martí fue notable exponente de la literatura en castellano, apropiada a su modo por los autores latinoamericanos en el siglo XIX.
El poeta Hildebrando Pérez Grande habló de la búsqueda de nuevas perspectivas literarias de Martí, tomadas por Ruben Darío y transmitidas por este al poeta nacional peruano, César Vallejo.
Pérez subrayó la vigencia de Martí y expresó que frente al bloqueo y la hostilidad de Estados Unidos, “si hay una voz que sostiene y da fortaleza al pueblo cubano y a su lucha, es la voz de Martí”.
A su turno, Gustavo Espinoza dijo que el legado martiano es el cimiento para constriuir una sociedad mejor en nuestro continente y para abrir camino a los pueblos de América Latina que luchan por la liberación, por el progreso y el desarrollo.
“Por eso podemos decir que Martí no fue solo el apóstol de la independencia de Cuba, sino el apóstol de la independencia de América”, agregó.
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