La cita a nivel de ministros de Relaciones Exteriores será inaugurada por el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, y su homólogo haitiano, Ariel Henry, según un informe de Radio Canadá.
Ottawa invitó a los ministros de Asuntos Exteriores de varias naciones y a representantes de organizaciones multilaterales como las Naciones Unidas, la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Organización Internacional de la Francofonía, entre otros.
Tras el asesinato de Moïse el 7 de julio por un comando de mercenarios integrados por colombianos y haitianos residentes en Estados Unidos, la crisis de violencia en la nación caribeña se intensificó, lo cual provocó un éxodo masivo de pobladores hacia la frontera sur estadounidense.
Los migrantes de Haití y de varios países centroamericanos también se desplazaron hacia el norte, presionando la frontera sur de Estados Unidos y creando una inestabilidad generalizada en el hemisferio occidental, apuntó la emisora canadiense.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, de gira por Europa, presidirá la cita ministerial.
Global Affairs Canada, citada por la emisora, describe el encuentro como un intento de reforzar los esfuerzos coordinados en materia de seguridad, y de apoyar un proceso político inclusivo y un desarrollo sostenible.
Fuentes gubernamentales de la nación norteña dijeron que como amigo y socio desde hace mucho tiempo, Ottawa está dispuesta a apoyar las soluciones en esa nación, sus problemas más acuciantes, y sigue comprometida a apoyar sus esfuerzos por construir un futuro más democrático, seguro y próspero. Haití, cuya población se estima en 11 millones de habitantes, es el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo con cerca de un 60 por ciento de la población por debajo del umbral de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
Además de los altos índices de desempleo cercano al 70 por ciento, los haitianos enfrentan una grave escasez de alimentos y combustibles, lo que sumado a eventos naturales como el terremoto del 14 de agosto de 2021 que mató a más de dos mil 248 personas y la inestabilidad política y social, conforman una situación de crisis extrema.
mem/lb
